MLHornidge

Olfato

 junio 18, 2019     escritos   

10 de Marzo de 2015

22:04 hrs.

Complejo. Así le llamaría a las presentaciones forzosas a las que nos vemos obligados a enfrentar. ¿Qué necesidad tiene la gente de saber de ti? ¿Acaso importa la opinión de los demás? ¿Por qué debemos hacerlas? Nunca tendré una respuesta concreta a ello, sin embargo, debo hacerlo; así entenderán el porqué de muchas cosas sobre mi.

Mi nombre es Camila, recién "cumplí" dieciocho años y... Y soy un vampiro. Puede sonar ilógico a pleno siglo XXI, incluso yo llegué a pensar que ellos sólo eran seres irreales, hasta aquel día en Budapest. Esto mis padres lo ignoran por completo. De hecho, ellos realmente no saben algo sobre mi y eso se debe a su interminable amor por el trabajo. Concluyendo, mi papá se dedica a arreglar asuntos en relación al consulado alemán mientras que mi mamá está en un congreso de bioética en Helsinki. Por lógica, ellos no pueden estar al pendiente de mi como padres normales, pero hoy más que nunca agradezco que no estén conmigo en la Cuidad de México.

―¿Cómo estás, Camila? ―el acento de mi papá siempre me causa conflicto. A veces creo que es más alemán que mexicano, que quiere cambiar sus raíces.― ¿Todo bien? Te ves un bastante pálida.

―Sí, todo en orden. Seguramente tu pantalla está mal calibrada.

―¿Mal calibrada? ¿De qué hablas? La tecnología alemana es la mejor de todas.

―Claro, después de la japonesa.

A pesar de tener la oportunidad de verlo cada semana por Skype, era como no hacerlo. Mis padres se esforzaban más de lo que se notaba para darme una gran calidad de vida pero lo que realmente yo quería era verlos por lo menos una vez por mes, pasar un fin de semana con ellos no pretender que somos una familia. Mi mamá era un poco más comprensiva en estas cosas, ella se hacía más presente con llamadas o incluso, visitas sorpresas que duraban un par de horas, pero la veía. En cambio, para mi papá era más sencillo mandarme algún regalo de cumpleaños o navidad que pasar unos días con su primogénita. Suena realmente duro, pero así es mi vida.

A todo esto, mi nombre proviene del latín y significa "la que está frente a Dios". Aquella gente poseía una obsesión tremenda con ponerle nombres a la gente debido a sus parecidos. En lo que a mi respecta es irónico, sobre todo porque en estos momentos Dios parecía haberme dado la espalda por completo, aunque no por decisión propia.

Tal como lo esperaba, la video-llamada tuvo que finalizar por una llamada que recibió mi padre. En ese momento me alegré, necesitaba descansar y reflexionar sobre lo que vendría, pero lo que más necesitaba era tiempo. A cada minuto, a cada segundo se acercaba mi destino y a la media noche las consecuencias de una promesa que no pude romper.


- Fragmento de mi fanfic Olfato (Adaptación de la obra de Andrés Acosta), disponible en Wattpad.


|| Instagram: @MLHornidge||
Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

Eclipse (vídeo-poema)

 junio 14, 2019     vídeos   

Eclipse es un poema romántico que escribí hace más de un año. Cuando lo hice, me recuerdo en la biblioteca de mi universidad antes de mis horas de la tarde. Escuchaba melodías tranquilas y de la nada me invadió una inspiración tremenda para dedicarle a mi novia, al amor de mi vida. 


Al concluirlo, decir que mis ojos se inundaron de lágrimas es nada, comparado con todo lo que sentí y dejé fluir en ese escrito, nuestra verdad al toparnos en el camino.



Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

Eclipse

 junio 14, 2019     dedicatorias, poesía   

Sé que has conquistado lagunas y bosques
pero no lo oscuro de mi noche,
sé que has tocado el fuego y el cielo
pero no la lluvia de mis ojos,
sé que te han abrazado frescas brisas
pero no mi cálido viento,
sé que has vivido casi todos los climas
pero no lo frío del invierno.

Y sé qué,
con todo eso vivido,
te sientes vacía
al igual que yo.

Yo deseaba conquistar lagunas y bosques,
tú que conquistaran tus noches;
yo quería tocar el fuego y el cielo,
tú que limpiaran la lluvia de tus ojos;
yo anhelaba abrazar frescas brisas
 tú sentir el abrazo del cálido viento;
yo no he sentido climas,
tú quisieras entregar tu invierno.

Y sé que,
sin haber vivido,
me siento vacía
al igual que tú.

Conquisté tu sol y playa
y tú la noche de mi ser,
tocamos juntas fuegos y cielos
y limpiamos la lluvia de nuestros ojos,
sentí el abrazo de tu fresca brisa
y tú mi cálido viento,
ya has vivido todos los climas
y yo apenas mi primero,
nos hemos entregado los inviernos
y los volvimos eternos veranos.

Y sé que,
en este momento,
te sientes completa
al igual que yo.



|| Instagram: @MLHornidge||
Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

Memorias de un corazón roto: Desde mi corazón

 junio 11, 2019     escritos   

¿Sientes eso? Ese pesar en el pecho que sin control alguno comienza a atravesar tu piel, como si este tuviera vida propia y se propagara sin tu consentimiento. Incluso, hasta lo permites. Hace bastante tiempo no lo sentía, es más, había olvidado cómo era aquella sensación de dolor. Durante estos meses he tenido problemáticas como toda persona común y corriente, que día a día se enfrenta a la muerte, a enfermedades, pero también a la dicha de la vida. He tenido problemas tan básicos, tan "normales", hasta cierto punto, que no me había preocupado en volver a experimentar aquella sensación que penetra mi pecho.

¿Cómo poder describirla? Trataré de hacerlo lo más exacto posible.

En un inicio se crea una negación interna, uno no puede creerlo y lo refuta al "no", permanece en un estado de shock temporal. Lo segundo es la ausencia del aire. Este pareciera desaparecer de la faz de la Tierra por completo, dejando privado de oxígeno hasta que poco a poco se logra recordar cómo se respiraba, sólo que en ese instante ocurre lo peor. Cuando el aire comienza a invadir el poco espacio que los pulmones pueden proporcionar, al lado izquierdo comienza a crecer un tumor de dolor, un tumor de corazón tan peligroso que hasta los médicos refutan: 

Los dolores físicos son soportables pero el dolor del alma es el que jamás se podrá curar, es el que siempre ha de doler más. Y así es como aquel tumor maligno comienza a crecer a la velocidad de la luz y por consecuente lleva señales hasta los lóbulos parietales para que este dolor crezca más y deje que dependamos del goce lastimero. 

En la última fase, aquellas señales se vuelven dueños de nuestro cuerpo y mandan las últimas que sólo pocos pueden controlar y otros simplemente no pueden evitarlo: Las lágrimas. Aquellas que nublan la vista, saladas, pero dejan relucir un montón de emociones internas, buenas o malas. Aquellas que vienen de la mano con la felicidad a gran escala y con el dolor incluso silencioso. Con el miedo y la neutralidad. Como siempre pero no hay momento en que ellas puedan desaparecer por mucho tiempo, tarde o temprano su misión se reluce en todos. Así es como la fase del dolor comienza en uno mismo, sea la razón que sea así se inicia. 

El verdadero problema es cómo detenerlo, cómo dejarlo atrás para que no nos siga invadiendo.

Soy muy del pensamiento "El dolor es selectivo. Tú decides que sentir y que no" además del "No permitas que alguien te haga sentir lo que tú no quieres", pero a veces eso no puede aplicarse. Aunque uno lo desee o lo piense mucho para ser un escudo, una armadura de metal indestructible, siempre habrá un momento que, hasta la persona más fuerte, termine por explotar y deje el rastro de emociones por donde se encuentre, el río de gotas lastimosas confundidas por la lluvia. 

Realmente desconozco si han sentido el dolor pero no creo que haya ser humano que no lo haya experimentado en el pasado. Sí, cada uno ha tenido su nivel y razones por las cuales apareció aquel tumor incurable aunque controlable. 

Pero fríamente: Hemos sufrido mucho más que amado o haber sido amados.

- Fragmento de mi fanfic Memorias de un corazón roto, disponible en Wattpad


|| Instagram: @MLHornidge||
Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

Hotel Reforma

 junio 09, 2019     unavistaalpasado   

Todo terminó a una cuadra, el inicio de un gran amor cesó a pocos metros de distancia.

Mil novecientos treinta y tantos, Ciudad de México.

Letitia se paseaba con sus amigas por las calles de la ciudad, con tan sólo dieciséis años ya sabía manejar a los hombres desvividos por su belleza. Ella jamás sufrió por amor, jamás sintió la necesidad de entregarse a alguien, ella siempre supo su valor y que nadie podría quitarle su corazón. No importaba si un pretendiente le dejaba por otra mujer o se iba por las cuestiones personales, ella al pasar las horas tenía su remplazo. Pero todo cambió en el Hotel Reforma.

La mamá de Letitia, Rosaline, trabajaba en el Hotel Reforma. Viuda y con tres hijos, ella luchaba día con día, y sin saber español, para mantener a sus hijos con lo poco que ganaba. Pero lo hizo, siempre logró mucho más de lo que creyó alcanzar. Horacio, un joven con un par de años más, trabajaba también en aquel hotel. Él estudiaba a la par la carrera de Ingeniería. Su filosofía era tan simple como "Trabajar porque no nacimos ricos, debemos ganárnoslo con esfuerzo", y hasta el día de su muerte se relucieron sus palabras.

Horacio quedó petrificado ante la belleza de Letitia y ella simplemente pensó en que sería una persona más en su vida, que a su partida ella podría elegir a otro para curarse las superficiales heridas. Pero no fue así, él fue más de lo que ella jamás imaginó.

Entre palabras ambos quedaron para una cita. Horacio estaba encantado, emocionado por salir y poner un poco de sus ingresos en una maravillosa mujer. Letitia acudió al lugar de reunión acompañada de una amiga y vieron al joven de lejos. Ella lo miró sin que él se diera cuenta.

―Sí tiene interés en mí. Ahora, vámonos.

Fueron todas las palabras de Letitia en el aire y sin más partió del lugar. Pero el joven Horacio no se dio por vencido en esa decepción amorosa. Él siguió constante hasta que poco a poco ese frío y congelado corazón que con pesares Letitia cargaba, comenzó a calentarse. Esa mirada indiferente tuvo brillo, el color de su mundo agrietado y triste se curó, se iluminó.

Y así fue. Él gobernó lo ingobernable y ella obtuvo lo que en sus adentros siempre quiso: Ser amada de verdad.

Construyeron su vida juntos, lucharon por tenerlo todo pero siempre al lado del otro. No había una pareja más feliz, más amorosa que ellos. Nunca se ha visto un hombre tan lleno de amor por la mujer que ama.

Por siempre tuyo, tu Horo.

Él solía escribirle al final de cada carta que le dedicaba ante la lejanía de su amor. Su trabajo le hizo romper las fronteras pero no su amor por Letitia, y ella tan devota siempre lo esperó o acompañó cuando tenía oportunidad, pero jamás le dejó solo y siempre le entregó más que su ser.

Los hijos vinieron y a otra parte de la Ciudad de fueron ellos a vivir. Horacio adoró a Letitia cada segundo de su vida, trabajó, le regaló lo que ella quería, no la dejó sola en ningún momento. Hay gente que dice aún, que ese amor es de los que te avivan el alma y que sólo ocurren una vez. Y ciertamente, sólo una vez. Cuarenta y tantos años más tarde se esfumaron las rosas, los pájaros dejaron de cantar, la luz del sol se volvió en una noche eterna y ese corazón se quebró volviéndose a congelar.

Treinta y uno de Octubre de mil novecientos ochenta y cuatro, con tan sólo una niña de doce años y una mujer de veinti dos, quien le había iluminado los días y calentado las noches a Letitia, dejó su cárcel recostada en la cama y liberó su alma a una mejor vida.

Jamás podré expresar ni escribir una dolencia tan grande como la es perder de esa manera al amor de tu vida, a quien te cambió el sentido de la misma, quien te iluminó con sólo una sonrisa y quien se encargó de amarte hasta el final de sus días.

Desde esa fecha Letitia tuvo de vuelta tantos pretendientes enamorados aún de ella, pero su amor y devoción por su Horo no pudo ser remplazada por nadie. Ella no quiso a nadie más, no amo a nadie más, siempre vivió en la espera de volver a ver a su más grande amor.

Letitia, a los ochenta y seis años, empezó a perder la memoria. Dejó de reconocer a sus hijos, a sus nietos, dejó de estar presente en este mundo, pero jamás se olvidó de tres personas. La primera, su mamá.

Rosaline estuvo presente en su vida cuando ella en sus recuerdos vivía de nuevo a los nueve, diez años. La segunda persona es a quien estás leyendo y siento tanta fortuna de que jamás se haya olvidado de mí, porque siempre estuvimos juntas, yo cuidé de ella hasta cuando no podía caminar y lo hice por el grande amor que le tuve a alguien que me abrió las puertas de su casa ante los dolores de mi infancia. Y la tercera persona que jamás olvidó, fue a su Horo, a quien todos los días miraba en fotografías metidas en su cartera y de quien hablaba en ocasiones... Cuando lo hacía, ese rostro dolido se iluminaba fugazmente, un brillo que aún relucía ese amor que le enloquecía el corazón y el alma, ese amor que hubiese deseado tener siempre pero que el tiempo le robó.

Los alcances del amor son infinitos, el amor real sólo es cedido a una persona en totalidad. El amor de ellos dos jamás pude verlo, jamás fui testigo, pero entre las personas que los conocieron cuentan que no hubo una relación tan más honesta, amorosa, cálida y real que la de ellos. El amor cuando es real jamás se olvida, jamás se supera y jamás se querrá otro porque a ese es al que le dedicaste tu vida entera.

Todo terminó a una cuadra, el inicio de un gran amor cesó a pocos metros de distancia y lo menciono nuevamente porque ellos se conocieron en un hotel y mi ángel fue velada a unas calles de ese lugar.

Fue una bonita coincidencia, porque al salir de ahí vimos lo que queda del Hotel Reforma. Aunque ya nadie trabaje ahí, aunque siga desocupado y quizá cayéndose a pedazos, me recuerda que el amor real, recíproco y sano sí existe, puede estar a un par de miradas de ti, pero sobre todo me recuerda que gracias a ese amor yo estoy aquí.


|| Instagram: @MLHornidge||
Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

La lluvia

 junio 08, 2019     escritos, unavistaalpasado   


Tiempo atrás, cuando las ramas de los árboles silbaban al verberar, cuando las aves competían entre ellas por quién hacía el mejor canto, cuando las aguas golpeaban vigorosamente las rocas del riachuelo alertando a los peces la proximidad de la noche, cuando la existencia de las llamas aún no incendiaba la tierra, Comala vio nacer las tormentas.

No obstante, la aridez del suelo era inquietante. El campo se quebraba al sentir peso por encima de el. Los animales optaron por explorar lugares más acogedores para vivir. La tierra permaneció así, con escasa flora y fauna, estuvo a punto de morir de no ser por aquella tarde de verano.

Bruno era un gato montés. Su pelaje carecía de las particulares manchas negras y del pelaje anaranjado, él era completamente gris, pero con la morfología de un montés. Sin embargo, fue rechazado por el resto de los linces que vivían en los alrededores de Comala. Él, a pesar del repudio, siguió en búsqueda de alguien que entendiera que la apariencia no es lo más importante que uno tiene por ofrecer, sino lo que eres al externar tu esencia al mundo.

Agotado de la ardua caminata en búsqueda de nuevas aventuras, el lince se trasladó por el áspero suelo del campo, cuidando de no quebrar más la tierra y sufrir un final pavoroso. A lo lejos escuchó un suave quejido y sin dudarlo, se desplazó con sigilo para saber qué estaba pasando a metros delante suyo.

El quejido se hacía más presente a cada segundo, pero él no lograba divisar animal alguno a su alrededor. En aquel instante, creyó imaginar los sonidos por su notoria soledad de no ser porque el sol se elevó en el celeste cielo y una sombra cubrió completamente a Bruno. Era una nube gris y solitaria, de ahí provenían los chirridos.

Bruno trepó el árbol seco más cercano y, con cautela, caminó para no romper las ramas de este hasta que llegó a estar lo suficientemente alto como para poder hablar con la nube.

― Hola ―saludó Bruno con un largo “miau” a la grisácea nube― ¿Por qué estás triste?

La nube, al escuchar al gato, le miró fijamente. Sus ojos resplandecían tristeza pura. Bruno sabía lo que le ocurría sin necesidad de escucharla, él conocía perfectamente el sentimiento de la soledad.

― Estoy triste porque estoy muy sola. No hay más nubes en estos cielos, no tengo amigos.

Bruno se estremeció entre las ramas y dio un suave suspiro. Avanzó lentamente hacia la nube y, al estirar su pata, la acarició consolando su dolor.

― Yo también estoy solo, no tengo otros amigos gatos.

Ambos quedaron en silencio, el intercambio de miradas reveló más allá de lo que las palabras podían expresar, pero Bruno, no conforme con mantenerse mudo por la tristeza, decidió tomar la iniciativa.

― ¿Sabes? Nunca había visto una gran nube como tú por aquí. De hecho… ―aclaró el lince― Nunca han aparecido nubes, eres la primera.

― ¿De verdad? ―La nube preguntó asombrada, a lo que Bruno asintió después de acicalar su rostro con su pata―

― Sí, eres la primera nube y a mi me pareces muy brillante a pesar de ser gris. ―La nube se sonrió, a lo que el gato prosiguió― ¿Cómo te llamas?

― Soy Niebla.

―Mucho gusto Niebla, mi nombre es Bruno.

Ambos sonrieron y el ambiente pasó de ser melancólico a ser amistoso. Por el resto del día platicaron de sus travesías, qué habían conocido por el mundo desde la vida en la tierra o en los aires. La alegría de los dos nuevos amigos se notaba tras los largos “miaus” del lince y las gotas de alegría brotadas por la nube, lágrimas que alimentaron los suelos y recobraron la vida del campo.

Aquella tarde Comala vio nacer las tormentas y cada vez que veas llover, recuerda que es la amistad entre un gato y una nube.

Fin.


|| Instagram: @MLHornidge||
Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

Fui publicada a los ocho años

 junio 07, 2019     vídeos   

Hace quince años aconteció un suceso que cambiaría completamente mi vida, la razón de por qué escribo. 

A los ocho años escribí mi primer cuento gracias a una campaña literaria infantil, cuento que fue publicado y dio comienzo a mi amor por las letras. Hoy, después de años, lo reescribo para ver cuánto he evolucionado en mi narrativa y vocabulario. A mi opinión personal, ha sido brutal dicha trascendencia.

Sí ustedes también se cubren entre versos, espero conserven su primer escrito, el que les dio las alas para seguir adentrándose a los vientos de tan bonito arte y sobre todo, que aprecien ese escrito más que cualquier otro porque, gracias a ese la escritura los encontró.

Sigan volando.



Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg

Avi

 junio 02, 2019     unavistaalpasado   

No he expresado mi dolor ante tu lejanía,
no me he dado la oportunidad de llorarte,
no he dejado correr la sangre de mis heridas,
he vivido estos dos años extrañándote.

Y sin quererlo, te escribí un par de versos que jamás oirás, qué jamás leerás.

Te extraño tanto, es lo único que puedo decirte. No le he dicho al mundo el dolor que llevo cargando desde tu partida. Consuelo a quienes te perdieron, pero yo no me he descubierto el alma, no he desgarrado mi dolor, sólo te llevo en mis pensamientos y en ocasiones, te veo en mis sueños.

Nunca pude decirte que, a pesar de mis enojos y malos modos, eras mi mejor compañía, mi mejor amiga. Siempre tendré la sospecha de que para ti, también lo fui.

Dos mil doce fue un año complicado para mi, viví dolencias y el primer desamor. Yo sé que me es escuchabas llorar por las noches y no decías nada, así como varias noches te escuché llorar a mi lado y me callé la voz.

Recuerdo cuando me pedías un cafecito, tres cuartos de agua y un cuarto de leche, muy caliente. Y lo acompañabas con unas galletas de chocolate. Eras muy fanática del dulce y de sus variantes.

Yo te tomé un par de galletas porque siempre dijiste "esta es tu casa", así que no traicioné tu confianza. Bien dicen por ahí que, cuando te das cuenta de la falta de alguien es cuando verdaderamente extrañas, verdaderamente valoras y suele ser tarde.

Las memorias me brotan mágicamente ahora que te escribo, porque no me atreví antes. Es glorioso volver el tiempo atrás y verte en casa, es glorioso poder escuchar tu voz, sonreír con tu risa. Es glorioso que en mis recuerdos sigas viva.

La demencia alteró tu ser, te perdiste entre las lagunas de recuerdos de infante. Recordaste a tu mamá y pensabas que regresaría de trabajar, volviste a sufrir el dolor de perder al amor de tu vida, leías diario la biblia sin importar el día y me pedías ayuda con mucha vergüenza, tenías miedo de ser dependiente sin darte cuenta de que lo fuiste desde que dejaste de caminar.

No me pesaba bañarte, no me pesaba ayudarte en las idas al baño, no me pesaba prepararte y llevarte la comida, no me pesaba tenerte en las noches de compañía. No me pesabas y sé que jamás te lo dije, perdona que hasta ahorita me arrepienta de callarme el alma, perdona mis silencios y miradas.

También, perdóname por dejar que te llevaran lejos de tu casa, perdóname por permitir que otros te cuidaran cuando bien yo lo pude hacer, perdona a tus hijos, perdona a mi madre quien tuvo los medios para cuidarte cuando ya te habías ido.

Perdóname, por favor, por no verte un día antes de tu partida. Te prometí ir, te dije que iría a verte, que no te dejaría sola y no te cumplí. Siempre me decías "sácame de aquí, llévame a mi casa" y se me partía el alma porque no podía.

Perdóname por no hacerlo, perdóname si no te di suficiente cariño y amor, perdóname por los daños ocasionados, perdóname por abandonarte en ese lugar, perdóname... te pido que me perdones por no valorarte y no verte antes de tu partida.

Perdóname y perdona al tiempo, que me ganó en este juego.

Cuando te fuiste no te soñé y creí que dejaste este mundo con tranquilidad, hasta que te vi en sueños. Te vi como siempre solías estar, vestida de azul. Estabas sonriente, te veías feliz y tranquila.

Lo que más me deja en calma es que no sufres más dolor, que tus días de sufrimiento se han esfumado y, si es que existe la gloria eterna, deseo que estés en ella porque fuiste un maravilloso ser humano.

Avi, me disculpo por las veces en que te lastimé, por todas las ocasiones que no te ayudé, perdona si no aproveché de tu tiempo antes de irte. Perdón por los malos momentos y gracias por los mejores. Gracias, aún más, por cuidarnos cuando no debías.

Sobre todo te agradezco por luchar contra la demencia y nunca olvidarte de mi.

Te quiero, mi ángel.
Espero no lo olvides, no me olvides.


|| Instagram: @MLHornidge||
Read More
  • Share This:  
  •  Facebook
  •  Twitter
  •  Google+
  •  Stumble
  •  Digg
Entradas más recientes Entradas antiguas Página Principal

Acerca de mí

  • ¿Quién es MLHornidge?
  • Miscelánea artística

Dónde encontrarme

  • Blog: la bruja que escribe
  • Blog: Ella Me Inspira (EMI)
  • Hojeadas literarias (blog)
  • Instagram
  • Tiktok
  • Tiktok (Escribiembre)

Índice

  • Poesía
  • Escritos
  • Remebranzas
  • Una vista al pasado
  • Personas | Dedicatorias
  • DK (FK)
  • Feminismo
  • LGBTQ+
  • Desversadas
  • Escribiembre
  • Writevember
  • Libres tintas (Esc.)
  • Escapril
  • Vídeos
  • Vídeos en Fakers Community

Archivo

  • ►  2025 (6)
    • ►  sept (1)
    • ►  ago (1)
    • ►  jul (1)
    • ►  abr (2)
    • ►  mar (1)
  • ►  2024 (4)
    • ►  oct (1)
    • ►  sept (1)
    • ►  ago (1)
    • ►  jun (1)
  • ►  2023 (22)
    • ►  dic (2)
    • ►  oct (1)
    • ►  sept (1)
    • ►  ago (2)
    • ►  jul (2)
    • ►  abr (13)
    • ►  mar (1)
  • ►  2022 (34)
    • ►  nov (30)
    • ►  oct (1)
    • ►  ago (1)
    • ►  jul (1)
    • ►  jun (1)
  • ►  2021 (34)
    • ►  nov (30)
    • ►  jul (1)
    • ►  mar (1)
    • ►  ene (2)
  • ►  2020 (56)
    • ►  nov (30)
    • ►  jun (4)
    • ►  may (2)
    • ►  abr (20)
  • ▼  2019 (78)
    • ►  dic (2)
    • ►  nov (29)
    • ►  oct (1)
    • ▼  jun (8)
      • Olfato
      • Eclipse (vídeo-poema)
      • Eclipse
      • Memorias de un corazón roto: Desde mi corazón
      • Hotel Reforma
      • La lluvia
      • Fui publicada a los ocho años
      • Avi
    • ►  may (8)
    • ►  abr (13)
    • ►  mar (13)
    • ►  feb (4)

Derechos

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional. La reproducción parcial o total del contenido escrito o visual causará la aplicación de la ley internacional correspondiente.

Copyright © MLHornidge | Powered by Blogger
Design by Hardeep Asrani | Blogger Theme by NewBloggerThemes.com | Distributed By Gooyaabi Templates